Llamamos privacidad a esos aspectos personales, sean datos personales o no, que se desean proteger en mayor o menor medida frente a la exposición pública.
En el entorno digital e Internet, nos referimos a la privacidad como la capacidad que tiene un usuario de controlar su información personal cuando interactúa en la red.
La privacidad depende de cada individuo, él decide que es lo que quiere que se sepa o no se sepa de él.
En niños la responsabilidad sobre la privacidad de un menor, recae ne los adultos que le rodean. En la adolescencia es algo mas complicado, ya que suelen mostrar en redes sociales muchos datos sobre ellos y no perciben la importancia y las repercusiones que pueden , utilizando esta exposición como medidor social.
Existe una imagen de nosotros en Internet, compuesta por toda la información que compartimos y por toda la información que se puede encontrar acerca de nosotros en línea. esta es la IDENTIDAD DIGITAL
entendida como la imagen que proyectamos ante los demás a través de Internet. Esta imagen se genera a partir del conjunto de las publicaciones que realizamos y del resto de información que se puede encontrar acerca de nosotros en Internet.
La gestión de nuestra privacidad nos permite elegir qué mostramos de nosotros y cómo lo hacemos, de modo que influye directamente en la imagen que proyectamos en Internet, en nuestra identidad digital, y en nuestra reputación. Esto afecta sobre todo a los menores.
«En función de cómo gestionen los menores su privacidad, contribuirán a generar una huella en Internet que dará forma a su identidad digital y condicionará cómo les ven los demás (reputación)»
Los jóvenes sí les preocupa la privacidad pero de distinta forma en la que las familias y educadores entiendan la gestión de la privacidad, percibiéndola de manera «laxa» o «arriesgada» en oposición a una visión adulta generalmente más “restrictiva” o “precavida”.
Los menores tratan de proteger sus actividades, conversaciones, etc. pero lo hacen de la vista de quienes pueden ejercer un poder más directo sobre ellos, sus padres y profesores, mientras que puede que dejen información sensible (por ejemplo contraseñas, confidencias, fotos íntimas) en manos de sus amigos.
Esto en ocasione ses debido a :
-Mayor dificultad para percibir los riesgos.
-Búsqueda de notoriedad o popularidad: Tienden a publicar contenidos públicos que podrán ser compartidos a su vez por otros usuarios, intentando captar atención para formar parte de grupos o comunidades de referencia para los mismos y vulnerando en ciertas ocasiones su propia seguridad. Las redes sociales permiten obtener una sensación de «recompensa» inmediata, una impresión de bienestar al sentirse valorados o reconocidos, cuando perciben un aumento en el número de amigos, me gusta o comentarios. Esta sensación de bienestar les impulsa a compartir más información para volver a obtener esta recompensa.
-Falta de comprensión de las dimensiones de Internet.
-Influencia de los iconos populares.
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